Después de dos meses, Laporta se ha dignado a comparecer en rueda de prensa para tratar de explicar el ‘caso Negreira’, pero sus palabras han retumbado en el planeta fútbol. De hecho, el ‘New York Times’ alucina con el ridículo que ha protagonizado el presidente del Barcelona.
El FC Barcelona está inmerso en uno de los mayores escándalos de la historia del fútbol español y mundial. Sus pagos al que fuera vicepresidente del comité técnico de árbitros ha supuesto un ‘terremoto’ en todos los medios nacionales e internacionales. El ‘Caso Negreira’ estalló en el mes de febrero y, desde entonces, innumerables informaciones y revelaciones sobre lo ocurrido han ido saliendo a la luz. Mientras tanto, Laporta y el Barcelona echaban balones fuera y no se dignaban a dar explicaciones.
Pero, este lunes, Laporta, por fin, ha convocado una conferencia de prensa para intentar exponer sus argumentos. El presidente culé, rápidamente, ha optado por un ‘falso discurso’ y ha inclinar todas las culpas hacia Madrid. Han sido innumerables los medios que han estado al tanto de las palabras de Laporta, incluido el ‘New York Times’, uno de los periódicos más prestigiosos del mundo. La rueda de prensa ha sido tan bochornosa y ridícula, que no ha pasado desapercibida para el medio americano.
De esta forma,Tariq Panja, periodista del ‘New York Times’, ha manifestado lo siguiente: «La conferencia de prensa termina con una ronda de aplausos, un final extraño acorde con una situación extraña». Laporta, afrontaba este encuentro con los periodistas para intentar recuperar a parte de la opinión pública, pero le ha salido ‘el tiro por la culata’. Una conferencia de prensa carente de argumentos y que solo tenía el objetivo de hacerse la ‘victima’ y atacar al Real Madrid.
En el precipicio
La imagen del FC Barcelona está por los suelos, tanto en España como en todo el mundo. El ‘New York Times’ es el ejemplo más claro de cómo se ve al Barça hoy por hoy, una entidad manchada y sin ningún tipo de credibilidad.
Laporta, con esta conferencia de prensa, ha puesto al FC Barcelona aún más en el precipicio. El conjunto culé sigue en caída libre y sin frenos, una circunstancia que puede agravarse más con el paso de las semanas.