Toni Kroos protagonizó uno de los momentos más llamativos del partido. El ‘8’ alemán, durante la primera mitad, recibió una amonestación por protestar: Díaz de Mera le había desquiciado.
El enfado de Toni Kroos fue visible en el césped del Santiago Bernabéu. El centrocampista alemán, una vez más como titular en el esquema de Carlo Ancelotti, llegó muy indignado y enfadado a los vestuarios del estadio blanco después de una primera mitad llamativa en todos los sentidos. El arbitraje de Isidro Díaz de Mera no gustó al mediocentro germano y así lo hizo saber a sus compañeros.
Mientras descansaban de los esfuerzos de la primera mitad, las revoluciones del veterano futbolista fueron bajando y se calmó antes de hablar con sus compañeros sobre lo ocurrido durante los primeros 45 minutos. «Este árbitro no sabe de fútbol, no puede pitarme esa falta y encima sacarme luego la tarjeta». Kroos habla de una jugada que quedará en los análisis del partido: Díaz de Mera pitó una falta rigurosa cometida por el centrocampista en tres cuartos de campo… y la reacción del ‘8’ le valió la amonestación.
El desacuerdo del Real Madrid en las decisiones de Díaz de Mera ha generado ya muchos comentarios, pero Toni Kroos fue uno de los que lo vivió más cerca. Aquella jugada, para el centrocampista alemán, no era constitutiva de falta… y no pudo evitar ‘estallar’ ante una acumulación de decisiones que no encajaban con lo que el propio Kroos consideraba correcto.
No lo pudo entender
La tarjeta amarilla a Toni Kroos no es la única amonestación que ha provocado cierto enfado en el vestuario blanco. La cartulina amarilla que vio Carlo Ancelotti durante los primeros minutos, a cuenta del gol anulado a Lucas Vázquez, también ha sido muy protestada por los aficionados congregados en el Santiago Bernabéu. Los comentarios respecto de esa tarjeta han pasado más desapercibidos.
Toni Kroos no podía creer el arbitraje que habían sufrido durante la primera mitad y llegó al vestuario visiblemente molesto. Incluso se detuvo, con el descanso ya anunciado por Díaz de Mera, para charlar con el colegiado castellano-manchego acerca de su decisión… pero las conclusiones de esa conversación le dejaron incluso peor sabor de boca que lo vivido durante la primera mitad.