Gil Manzano fue el encargado de evitar la victoria del Real Madrid, tras una decisión insólita en el mundo del fútbol. Además, tuvo la desfachatez de expulsar a Bellingham, una cosa de locos. La sanción puede ser terrible para los intereses blancos.
El Real Madrid se desplazó hasta Mestalla para intentar sumar tres puntos fundamentales en su lucha por LaLiga, pero Gil Manzano se encargaría de evitarlo. Los de Carlo Ancelotti, tras una primera parte con muchas dudas, supieron rehacerse y tirar de orgullo para darle la vuelta al marcador. De hecho, Jude Bellingham, en el último segundo, dio la victoria al Real Madrid, aunque Gil Manzano decidió pitar el final del encuentro.
El árbitro español tuvo la poca vergüenza de señalar los túneles de vestuarios mientras veía cómo se introducía el balón en la portería del Valencia, una imagen que demuestra premeditación. Esta decisión de Gil Manzano incendió a la plantilla madridista, incluido un Bellingham que no dudó en recriminarle lo sucedido. Sin embargo, el inglés fue expulsado tras una nueva decisión incomprensible del colegiado. Gil Manzano se fue a casa contento, con la satisfacción del trabajo bien hecho.
«Tras la finalización del partido y aún en el terreno de juego, se dirigió a mí corriendo y en actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones: «it’s a fucking goal», dicta el acta sobre la expulsión de Bellingham. Esto se puede traducir, según ‘El Chiringuito’, en una sanción de dos o tres partidos para el centrocampista inglés. La indignación en el Real Madrid es total.
Escándalo
El Real Madrid, al margen de ser privado de la victoria, también puede quedarse sin Bellingham durante los próximos partidos. En el acta se puede apreciar que el inglés no insultó al colegiado en ningún momento.
Sin embargo, Gil Manzano tenía ganas de seguir siendo el protagonista. El Real Madrid, por su parte, no se va a quedar de brazos cruzados y va a recurrir la tarjeta roja… aunque ya se temen lo peor.