El Real Madrid se impuso al Huesca en el Santiago Bernabéu gracias a un gol en el último minuto del partido de Karim Benzema. Los blancos no jugaron un buen partido pero su pegada terminó por llevar a los de Zidane a conseguir los tres puntos.
Error de Nacho, gol del Huesca
A pesar de que Zidane está intentando imprimirle nuevamente su sello a este equipo lo cierto es que hay vicios, errores y defectos que no se eliminan de la noche a la mañana. El hecho de que el equipo salga dormido y encaje un gol tempranero fue algo que se repitió ante el Huesca .
Lo peor de todo es que fue, además, por un error individual, en este caso de Nacho, que tras pelear con Ávila por un balón en el costado perdió la pelota y todo acabó con Hernández solo, a la altura del punto de penalti, fusilando a Luca Zidane. Dos minutos de encuentro y el Madrid ya estaba perdiendo. Parecía la repetición crónica de una serie con capítulos duplicados cada fin de semana.
Brahim, buenos detalles y asistencia de gol
La revolución de Zidane con su alineación nos permitió ver buenos detalles de Brahim. El chaval se mostraba activo, dinámico, con muchas ganas de jugar y hacerlo bien. De hecho, de sus botas salió la jugada del empate del Real Madrid. Primero, el malagueño le dio una gran asistencia a Benzema para que el portero visitante, Santamaría le sacara el remate al francés, sin embargo, el rechace del cancerbero le volvería nuevamente a los pies de Brahim que, nuevamente, se puso el traje de asistente para que, esta vez sí, fuera Isco el que empujara a puerta vacía el 1-1. En poco tiempo, Brahim había demostrado tanta generosidad como visión de juego.