Los premios individuales llevan careciendo de sentido desde hace años… pero lo de esta temporada ha superado todos los límites.
Era algo que se venía anunciando desde hace meses: Messi iba a ganar el Balón de Oro en París. Y se ha confirmado esta misma noche, perpetrando un nuevo atraco, para conseguir su octavo Balón de Oro.
El mayor escándalo lo firmó en 2010. España acababa de ganar el Mundial con un Casillas imperial o un Iniesta que también se lo merecía. Sin embargo, a nivel de clubes, Wesley Sneijder lo ganó absolutamente todo y llegó a la final de dicho trofeo de selecciones. France Football decidió dárselo a Leo Messi.
Un escándalo que se repitió en 2019. Se lo quitó a un Liverpool que lo vapuleó (4-0) y que tenía una constelación de estrellas. Ahí estaban jugadores como Salah, Van Dijk o Alisson Becker. Messi terminó llevándose el gato al agua por arrastrarse en Europa y revivió esos fantasmas para situarse como el más galardonado con el premio de todos los tiempos.
En 2021, en el año postpandemia, Messi se lo llevó por encima de Robert Lewandowski que arrasó con todo desde Múnich y que mereció ganar el premio. L’Equipe se inventó el premio a «mejor goleador» y así contentó al futbolista polaco.
Lo de hoy, sin embargo, supera todos esos escándalos. Messi se hace con el ‘dorado’ tras lanzar y transformar tres penaltis con Argentina y dejando K.O a Haaland que hizo triplete y que lo ganó todo en el curso pasado con el Manchester City. Se lo prefirieron dar al ‘retirado’ Messi desde Miami para seguir devaluando el premio más prestigioso a nivel individual.