El Barcelona es una ruina, ya que vive una situación que cada día se parece más al Titanic, un barco que acabó hundido en el norte del océano Atlántico, mismo final que puede vivir la entidad azulgrana que está en decadencia, con una crisis institucional, deportiva y económica sin precedentes.
Esto ha dejado retratado a Joan Laporta, quien regresó a la presidencia culé lleno de promesas, pero que el tiempo ha mostrado la realidad, dejando solo palabras vacías y sueños rotos de los aficionados catalanes.
Messi, ‘caso Negreira’, venta de activos del club y el adiós al Camp Nou son algunas de las cosas que han mostrado el fracaso de los actuales responsables de llevar de la mejor manera a la entidad de la Ciudad Condal.
Una negociación inesperada
Sin embargo, cuando parece que la historia del Barcelona no puede ir a peor, siempre aparecen sus dirigentes para sorprender a propios y extraños, situación que se ha confirmado en las últimas horas con la noticia de que los azulgranas estarían negociando para extender su estancia en el estadio Olímpico Lluís Companys hasta 2025.
Esto se debe a todos los problemas que están teniendo los culés ahora mismo con la renovación del Spotify Camp Nou, que está totalmente destrozado y no cuenta con obreros suficientes para realizar todos los trabajos necesarios, sobre todo porque hasta la fecha se han ejecutado muchas acciones de demolición y de trabajo en el subsuelo, pero muy pocas de construcción, lo que deja al descubierto muchas mentiras de Joan Laporta y sus colaboradores.