El ‘caso Neymar Junior’ en el París Saint-Germain va camino de convertirse en un volcán a punto de entrar en erupción. El detonante ha sido su agresión a un aficionado después de caer en la final de la Copa de Francia ante el Rennes en los penaltis y que el hincha le dijera que aprendiera a “jugar al fútbol”. Las críticas no se hicieron esperar y la situación podría estar volviéndose insostenible también por otras razones.
El crack brasileño pidió perdón: «Me equivoqué. Sí, pero nadie tiene sangre de cucaracha», pero su entrenador y algunos de sus compañeros, entre ellos amigos, se lo recriminaron. Thomas Tuchel fue contundente: “No me gusta en absoluto. No puede hacer eso, simplemente no puede. Si perdemos hay que mostrar respeto. Es siempre necesario. No se puede retar a un espectador».
Dani Alves, su mejor amigo en el vestuario del PSG, también le lanzó un mensaje: “Estaba con la cabeza caliente. Fe una reacción y no fue acertada. Uno tiene que tener un poco más de control. Tienes que equivocarte para mejorar, pero no de tal manera. Hay reacciones como esta que, por muy amigo que sea, no puedo estar a favor suyo. Espero que no vuelva a ocurrir”.
De igual forma que Marquinhos, uno más del ‘clan brasileño’ del PSG. “Él mismo sabe que cometió un error. A partir del momento en el que ataca a una persona, acabará mal. Él ya no es un niño, ya sabe cuando se equivoca, cuando acierta y espero que esto le sirva como aprendizaje”.
Hay más: crítica a los jóvenes, el saludo frío con el jeque y la sanción de la UEFA
Sin embargo, Neymar continuó a su bola y recriminó la actitud de los más jóvenes de la disciplina parisino después de decir adiós al título copero: «Necesitamos ser más hombres dentro del vestuario, debemos estar más unidos y todos deberían correr. Lo que veo es muchos jóvenes que están perdidos y tienen más boca que oídos, ellos deben escuchar más de lo que hablan. A veces pasa que el técnico o un jugador experimentado les dice algo y no les interesa. Ellos deberían tener más respeto”. Casi nada.
Además, al término también de ese partido, su saludo con el jeque Nasser-Al Khelaifi muy frío y su futuro podría estar más en el aire que nunca. Neymar, por dos graves lesiones en el quinto metatarsiano, apenas ha disputado 55 partidos con el PSG -se perdió la vuelta ante el Real Madrid la pasada temporada y la eliminatoria también de octavos ante el United este curso- en las dos temporadas que lleva en el club después de los 222 millones de euros que pagaron por él.
El brasileño, a sus 27 años, debe dar un paso al frente en su carrera deportiva si no quiere estancarse definitivamente en el PSG y podría forzar su salida este verano. Con la sanción de la UEFA de tres partidos de la fase de grupos de la próxima edición de la Championspor sus críticas contra el árbitro del partido del United y por su agresión al aficionado en la final de Copa, va por el buen camino y Florentino Pérez no le quita ojo. La opción es real.