Durante el encuentro entre Atlético de Madrid y Eibar, Griezmann recibió pitospor parte de un sector de la afición rojiblanca. Un gesto que hizo saltar las lágrimas al francés y que algunos de sus compañeros intentaron apaciguar pidiendo a la afición que cambiasen su comportamiento.
Godín, incluso, se dirigió al fondo sur del Wanda Metropolitano para lanzar un mensaje a la afición. Sus palabras fueron trascendentales para comprender que Griezmann se queda en el equipo y por tanto los pitos estaban fuera de lugar: «Hay que levantar a Antoine, que está llorando. Se va a quedar…¿Vale?», explicó el uruguayo a los fans atléticos.
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