El Real Madrid perdió (0-1) contra el Mallorca en un partido manchado por la polémica. La permisividad arbitral de Hernández Hernández sacó del partido a los de Ancelotti, y en especial a Vinicius, que no dejó de recibir entradas desde el comienzo.
Hernández Hernández es uno de los árbitros que más desespera en el Real Madrid. No hay más que ver los números del primer tiempo. 15 faltas del Mallorca, 0 amarillas, y 7 del conjunto blanco, castigadas con 2.
En la primera parte miró hacia otro lado en un agarrón dentro del área sobre Nacho y Vinicius. Pudo sancionarse con penalti, pero el canario ni lo pensó, y De Burgos Bengoetxea tampoco le avisó desde el VAR.
Reiteración
Tras el descanso, la dinámica no cambió. Los jugadores del Mallorca se inflaron a entradas y no se llevaban las cartulinas. Tampoco puso paz a las provocaciones de Maffeo, Raíllo y compañía.
Cómo tuvo que ser la permisividad arbitral para que Ancelotti se acercase a él para pedirle explicaciones. Y la cosa no quedó ahí. El penalti que falla Asensio debió repetirse por invasión de área, pero no se siguió el reglamento.