Segundos después de que Nabil Fekir marcara el tanto del empate, desde la grada del Benito Villamarín se lanzó una barra, de material desconocido, e impactó sobre la espalda de Joan Jordán. Afortunadamente, el futbolista, afortunadamente, no parece tener daños graves. El centrocampista del Sevilla, muy enfadado, se lo hizo saber a De Burgos Bengoetxea. Entonces, reinó el caos durante unos minutos, con el colegiado hablando con diferentes personas a pie de campo y a través del pinganillo. Finalmente, decidió mandar a los jugadores a los vestuarios, quedando el partido interrumpido momentáneamente.
Joan Jordán, instantes después, se sentó al suelo, mareado, y tuvo que ser retirado a los vestuario ayudado por varios hombres del banquillo del Sevilla. Entre tanto, crecía la tensión entre los protagonistas e incluso un miembro del cuerpo técnico del Betis echó en cara al jugador visitante su actitud. Los futbolistas locales continuaron en el césped unos segundos, pese a que los sevillistas ya se habrían marchado. Mientras los futbolistas se habían retirado, la gente continuó en la grada y abucheó a los responsables de la zona desde la que salió la barra. Dichos hinchas continuaban apoyando al equipo, ante el lamento del resto del estadio por su actitud previa.
Iturralde González informó así de la jugada: «Si eso es una barra de hierro, el partido no puede continuar. Siempre aguantamos, aguantamos. ¿Y si le da en la cabeza? Si le da al árbitro suspendemos, pero si le da a un jugador ¿no? Hay que suspender. Si le saca un ojo, ¿qué? Esto es como la jugada de Isi. La expulsión es tras la sangre. Si no son capaces de mantener esto, suspendemos y ya está. No podemos seguir como si no hubiera pasado nada. No vamos a hablar de aficiones, vamos a hablar de hechos. El reglamento dice que si le pasa al árbitro hay que suspender y si le pasa a un jugador hay que estudiar la situación. El reglamento no puede ser así«.
El mensaje del Betis
Instantes después de la acción, el Betis publicó lo siguiente en los vídeomarcadores: «Desde el inicio de temporada 2021/22, el Real Betis Balompié ha sido denunciado por las autoridades competentes en cada uno de los partidos disputados en el Estadio Benito Villamarín, al considerarse que desde la grada se han proferido cánticos susceptibles de ser sancionados a tenor de lo dispuesto por la normativa vigente en materia de lucha contra la violencia, el rascismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte«.