Una de las últimas sorpresas relacionadas con el nuevo Mundial de Clubes organizado por FIFA es la invitación del Inter de Miami: Leo Messi estará presente en un nuevo torneo intercontinental.
La celebración del Mundial de Clubes este mismo verano está tomando forma conforme pasa el tiempo. La victoria del Inter de Miami sobre New England en un partido de la MLS, que terminó consagrando como campeón del torneo al cuadro entrenado por Gerardo Martino, motivó la aparición de Gianni Infantino. El presidente de FIFA tenía un importante anuncio.
La confirmación de la presencia del Inter de Miami en el próximo Mundial de Clubes, una competición programada para el verano de 2025, se hizo realidad después de varias semanas de rumores al respecto: “Me complace anunciar que, como uno de los mejores clubes del mundo, tenéis el merecido honor de participar en el nuevo Mundial de Clubes FIFA 2025 como club anfitrión en representación de Estados Unidos». La entidad norteamericana, por tanto, jugará el partido inaugural de esta competición.
Dicho encuentro tendrá lugar el próximo 15 de junio de 2025. Para entonces todas las competiciones en el Viejo Continente, incluyendo la reformada Champions League, ya han terminado… aunque ofrecerá muy poco tiempo de descanso y recuperación para los equipos involucrados en el Mundial de Clubes, como el Real Madrid. Ahora que el equipo de Messi estará en el torneo, muchos ya piensan en un posible reencuentro con la entidad merengue.
De nuevo frente a frente
Esa circunstancia podría ocurrir el próximo 13 de julio. FIFA ha decretado ese día como la fecha en la que se celebrará la final del Mundial de Clubes en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, un lugar en el que también se disputará la final del Mundial de selecciones previsto para 2026. Todavía se desconocen los caminos de ambos clubes en el torneo, por lo que el reencuentro podría llegar antes de la final.
La última vez que el futbolista argentino se enfrentó a la disciplina deportiva merengue fue en la temporada 21/22. En aquellos octavos de final de la Champions League entre Real Madrid y PSG, el entonces ‘30’ rouge et bleu estuvo muy lejos de ser diferencial: falló un penalti en el partido de ida y apenas intervino durante la vuelta, dejando que Kylian Mbappé y Neymar cargaran con el peso del ataque del cuadro parisino.