El partido entre el Barça y el Atlético de Madrid ha dejado unas imágenes sonrojantes para el fútbol español y que solo acrecientan la tensión en los estadios respecto de otras aficiones, generando una polémica sin fin y ‘retratando’ a quienes defendían lo contrario.
Los supuestos valors de la afición azulgrana, los mismos que pasearon por Europa hasta 2015, han vuelto a salir a la luz con motivo del partido contra el Atlético de Madrid. Uno de los aficionados colchoneros, listo para ver a su equipo en el Spotify Camp Nou, ocupó su localidad como habitualmente, ataviado con su boina y su camiseta rojiblanca. También había puesto una bandera para mostrar su apoyo: esta enseña tenía los colores de la bandera nacional y un escudo del Atlético de Madrid sobreimpresionado.
Este símbolo pareció no gustar mucho al sector de aficionados en el que se encontraba y pronto un aficionado del Barça se apresuró a arrancar la bandera de donde estaba tendida, provocando que el seguidor del Atlético de Madrid acudiera a recuperar su objeto. El culé parece abroncar y recriminar algo al aficionado del Atlético de Madrid, rodeado por seguidores del Barça que empiezan a pitar y abuchearle.
Con insultos como «burro», «subnormal» o «hijo de p…», varios aficionados culés que todavía no han sido identificados agreden verbalmente al seguidor colchonero por poner una bandera de España con el escudo del Atlético de Madrid en una de las gradas del estadio, jaleando como a un héroe al seguidor culé que se había desplazado hasta el borde para arrancarla de su sitio.
Inexplicable e indignante
Esta completa falta de respeto alcanza el grado máximo de lo inverosímil cuando dos miembros de la seguridad del estadio azulgrana se acercan al aficionado colchonero, bandera en mano, para escoltarlo fuera de las gradas. Lejos de crear un clima de paz y relajar la tensión entre ambos seguidores, quienes presencian la escena en las gradas aledañas se unen a los vítores cercanos y agitando las manos.
Celebrando esta marcha del aficionado del Atlético de Madrid, los seguidores culés se ‘retratan’ de nuevo y demuestran que los famosos valors en los que tanto se han escudado no existen en realidad. Acompañando al seguidor colchonero con débiles gritos de «Tonto, tonto» que se oyen cerca del final de la grabación, la grada del Spotify Camp Nou ofrece una bochornosa y lamentable imagen de intolerancia con quienes piensan y sienten distinto.