El lunes es 2024. Año nuevo y vida nueva, pero el nombre de Kylian Mbappé vuelve a relacionarse con el Real Madrid. Tal y como ya sucedió en 2022, el futbolista francés vuelve a ser agente libre. De este modo, tiene todo el poder para decidir su futuro.
Pese a todo lo que ha ocurrido, Florentino Pérez no le ha cerrado las puertas de la entidad. El presidente madridista sigue queriendo contar con los servicios del crack de Bondy, pero ahora las reglas son bien diferentes.
La próxima semana, el club blanco le mandará la oferta final al galo. Es un ultimátum con todas sus consecuencias. En caso de que no acepte esa propuesta en un plazo de dos semanas, el tren del Madrid no le esperará jamás.
Asimismo, habrá que ver lo qué termina pasando. Nadie lo sabe a día 31 de diciembre. Sin embargo, si es cierto que se empieza a rumorear que el futbolista quiere acabar bien su etapa en el PSG, de modo que no incomodará a sus dirigentes.
El Madrid no se fía
Las sensaciones que hay en Valdebebas no son malas. Hay optimismo, si no fuera así, ya se habrían olvidado de él. No obstante, son conscientes de que Mbappé es bastante peculiar y no se pueden alzar las campanas al vuelo.
Voces autorizadas en la casa blanca consideran que por primera vez en toda esta historia tienen la sartén cogida por el mango. «Si alguien pierde, ese será él», dicen una y otra vez en el seno de la entidad.