Si Neymar desea volver al Barça, de donde se marchó hace dos veranos, deberá hacer sacrificios. El brasileño cuenta a su favor que los pesos pesados del vestuario azulgrana apuestan por él, pero ni buena parte de la masa social -un 71,2% según la encuesta realizada entre los 250 sociosasistentes al Palau Blaugrana que ayer publicó este diario- ni parte de la directiva es partidaria de su retorno. Para darle la vuelta a esa situación y poder disfrutar de una segunda oportunidad vistiendo de azulgrana en elCamp Nou al lado de sus amigos Leo Messi y Luis Suárez, el brasileño no solo está obligado a pedir perdón a la afición, sino que tendría que bajarse el sueldo de forma muy considerable.
El Barça, ni por asomo, llegaría a pagarle los 36 millones netos que percibe por temporada actualmente en el PSG. De hecho, la propuesta que maneja el club azulgrana para el jugador contempla que percibiría el mismo salario que cobraba tras su renovación como azulgrana, justo antes de cambiar al Barça por el PSG: 22 millones. Pese a la enorme rebaja, 14 millones menos de lo que gana en el equipo francés, Neymarestá dispuesto a aceptarla por tal de volver a sentirse feliz como futbolista tras dos años, especialmente esta última temporada, en la que ha sido más noticia por los temas extradeportivos y las lesiones que por su rendimiento dentro del campo.
Obviamente, como ya informó QD, otra de las condiciones innegociables para que el Barça pueda contratarle -además de llegar a un acuerdo con el PSG, algo que ahora ya no se ve como imposible- es que el brasileño retire la demanda que tiene interpuesta contra el Barça por la prima de renovación que el club azulgrana congeló cuando en verano de 2017 se fue al PSG a cambio de los 222 millones de su cláusula de rescisión.
En caso de retirar esa demanda y llegar a un acuerdo con el Barça, está por ver qué sucedería con los 26 millones de euros que el club retuvo ante un notario de Barcelona, al entender que con la ‘fuga’ de Neymar al PSG a los pocos meses de su renovación incumplía su contrato y, por tanto, no debía recibir semejante premio.
Bartomeu, al mando
Las negociaciones por Neymar con el PSG las está llevando directamente el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu. Dada la complejidad de la operación -que además de una importante suma de dinero incluirá necesariamente como mínimo un jugador a cambio, con Philippe Coutinho a día de hoy con más números que nadie-, y con el Real Madrid de por medio intentando ‘torpedear’ el fichaje, el presidente azulgrana ha querido coger el toro por los cuernos. Pese a saber que la voluntad de Neymar es vestir otra vez de azulgrana, las experiencias pasadas les hacen ser cautos a todos los niveles.