El Barça es una casa con muchos líos. Todavía no han podido inscribir a Dani Olmo y la polémica está servida. De hecho, son muchos los clubes de LaLiga que están molestos con todo lo que está sucediendo, dado que ven un trato favorable hacia el cuadro culé.
Pero no todo queda ahí. En el propio vestuario el ambiente no es bueno. Un aspecto que está molestando a una pieza importante como es Robert Lewandowski es el chef del equipo.
El ariete polaco ha pedido que cambian al chef del equipo. Todo ello porque no le gusta la manera en la que cocina el huevo, que es un alimento fundamental para la dieta. El futbolista ya se lo habría comunicado a Hansi Flick.
El técnico teutón, por su parte, quiere que sus jugadores estén lo más gusto posible. Por este motivo, ha apoyado a su delantero en su solicitud. Así pues, en Can Barça se encuentran buscando a un cocinero. La decisión final será de Deco y la nutricionista del equipo, entre otros.
No hay estabilidad
En la ciudad condal tienen razones para echar en falta la estabilidad institucional. Cuando no tienen un problema, aparece otro de la nada prácticamente. La gestión de Joan Laporta deja mucho que desear, pero gran parte de culpa la tiene el socio culé.
Bien es cierto que están empezando a aparecer las primeras voces críticas con la labor del presidente. Sin embargo, todavía gran parte de la masa social le defiende cosas que, realmente, son indefendibles. En muchas ocasiones, parece que viven en un mundo totalmente paralelo al real.
Nada es casualidad
Esta noticia solo es un caso más del mal trabajo realizado en la entidad barcelonista. A pesar de que puedan parecer detalles sin importancia, no es normal que haya tanto lío y de manera tan continuada.
Robert Lewandowski se va a salir con la suya y van a cambiar de cocinero. Aún no han encontrado al indicado, pero será cuestión de tiempo. Lógicamente, en el conjunto blaugrana quieren que los jugadores estén a gusto.
No obstante, esto no es que sea una tarea sencilla de llevar a cabo. Más aún cuando el equipo está metido en ‘mil historias’ extradeportivas que pueden afectar al rendimiento de la plantilla. El ‘Caso Olmo’, por ejemplo, no es el primero y, probablemente, sea el último.