El Real Madrid sumó anoche un nuevo título para las vitrinas del museo del estadio Santiago Bernabéu tras una final que nunca se olvidará.
Carlo Ancelotti apostó por su mejor equipo para la final de la Supercopa de España y esto le acabó dando resultados en el Al -Awwal Stadium.
El trabajo táctico del de Reggiolo, junto a su cuerpo técnico, resultó decisivo, lo que permitió a la entidad madridista celebrar tras el silbatazo final de Juan Martínez Munuera.
El partido ante el Barcelona salió prácticamente perfecto, según lo que tenía planeado el entrenador italiano, quien le dio un baño a Xavi Hernández, que está más tocado que nunca.
Sin embargo, al de Reggiolo le quedó una espina, ya que el partido fue aumentando en tensión al final y no pudo cumplir con uno de sus objetivos.
«Le dije que el partido se estaba poniendo nervioso», expresó el propio entrenador merengue sobre su conversación con el árbitro Juan Martínez Munuera.
Carlo Ancelotti tenía la intención de meter a Arda Güler en los minutos finales del Clásico, pero a última hora se lo pensó y decidió no hacerlo.
Esto hizo que el joven centrocampista turco se quedara a las puertas de vivir sobre el terreno de juego su primer partido oficial contra el Barcelona, algo que le hacía especial ilusión, aunque ya tendrá más oportunidades.
Esta decisión del italiano se debió a que vio que varios jugadores de la entidad azulgrana que estaban muy calientes, dando patadas de más y no quiso exponer a Arda Güler a ese juego brusco de los rivales, por el peligro de lesión que eso suponía para él.
«Me cuesta mucho, pero no te voy a sacar…», le dijo el entrenador al centrocampista en el banquillo cuando agotó los cambios, algo que entendió el turco, convencido de que Carlo solo quiere lo mejor para él.