El Real Madrid sigue contando por victorias todos los partidos celebrados en el Santiago Bernabéu desde que Zidane volvió al banquillo. En esta ocasión los blancos se impusieron al Athletic por 3-0 gracias a tres tantos, ambos de cabeza, del gran protagonista de la tarde, Karim Benzema.
PRIMERA PARTE PARA OLVIDAR
Si la primera parte del Madrid en Leganés fue de las más plomizas del curso la de este domingo ante el Athletic fue de nota. De nota negativa, claro. Más de uno de los que se acercó al Bernabéu o de los que lo estuviera viendo por televisión corrió el riesgo de lesionarse en el cuello por aquello de dar una ‘cabezada’ ante lo que estaba viendo.
NINGUNA OCASIÓN DE GOL EN 45 MINUTOS
Y es que el Madrid no tuvo la más mínima ocasión de gol durante 45 minutos jugando en casa. El ritmo, aprovechando las fechas, era más parecido a una procesión de Semana Santa que a una carrera de los 100 metros lisos en plenos Juegos Olímpicos.
LOS ‘PESOS PESADOS’ NO APARECÍAN
El equipo de Zidane era tan previsible en sus ataques que apenas inquietaba a su rival. Los centros de Asensio siempre se topaban con alguna pierna contraria, los intentos de Lucas terminaban en pases imprecisos hacia el rival y a jugadores claves como Kroos, Modric, Benzema o Marcelo apenas se les veía. De hecho, en otro momento, un Bernabéu después de ver semejante primera parte hubiera abucheado a los jugadores por el tostón que habían ofrecido. Esta vez ni eso.