El Real Madrid cumplió con el pronóstico en todos los sentidos en el Estadio Alfredo di Stéfano. Por un lado, logró su cuarta victoria consecutiva, esta vez ante un Mallorca que, con 26 puntos, se mantiene en las posiciones de decenso. Por otro, también por cuarta jornada seguida, las decisiones arbitrales volvieron a favorecerle. Igual que ante el Eibar, el Valencia y la Real Sociedad la polémica arbitral se resolvió a favor del Real Madrid. Esta vez, Vinicius se benefició para marcar el primer gol de una falta previa de Dani Carvajal no señalada, que el VAR no corrigió. Ya en la segunda parte, Sergio Ramos sentenció con un golazo de falta directa. El triunfo del equipo de Zinedine Zidane le devuelve al liderato de la Liga en detrimento del FC Barcelona, ya que pese a que ambos están empatados a 68 puntos, el goalaverage particular haría campeón a los blancos.
Por otra parte, el Celta recibirá al Barça en Balaídos el próximo sábado (17 horas) en el mejor momento de la temporada. Ante el Alavés venció anotando un set en blanco (6-0) y ayer miércoles tomó Anoeta derrotando a la Real Sociedad (0-1). La racha es digna de respeto por cuanto desde diciembre de 2018 el equipo celeste no enlazaba dos triunfos consecutivos, algo sorprendente teniendo en cuenta el nivel técnico de la plantilla celeste. Òscar Garcia, que debutó en el banquillo celtiña precisamente en el Camp Nou ante el Barça con un 4-1 adverso, tiene a su equipo siete puntos por encima de la zona de descenso.