Este lunes Neymar conmemora el tercer aniversario de su polémico fichaje por el PSG y, por tanto, de su gran traición al FC Barcelona, que cuatro años antes había fichado al brasileño procedente del Santos con la intención de que, llegado el momento, cogiera el relevo de Leo Messi y asumiera el rol de buque insignia de la institución en los terrenos de juego.02/08/2020
Pero los millones que le ofreció el presidente del club parisino, Nasser Al-Khelaïfi, siguiendo las directrices del emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, hicieron que Neymar decidiese dar un nuevo rumbo a su carrera y se marchara a un club que aspiraba a la grandeza. En el camino dejó 222 millones de euros en las arcas del FC Barcelona y una profunda sensación de deslealtad. Lo más chocante es que ni el PSG ha colmado sus ambiciones deportivas de forma evidente ni nadie ha sido capaz de llenar el vacío que dejó en el vestuario del Barcelona.
Con el equipo blaugrana conquistó diez títulos en cuatro temporadas, incluidos el Mundial de Clubes y la Champions League, mientras que durante los tres años que lleva vistiendo la camiseta del PSG sólo ha conquistado nueve de carácter nacional. Con el PSG sólo ha podido brillar en Francia, no a nivel internacional. Las lesiones tampoco le han dejado lucirse demasiado.
INCIDENCIA
Baste como ejemplo que en sus cuatro campañas como blaugrana disputó 123 partidos de Liga, en los que marcó 68 goles y dio 38 asistencias, según los datos de Opta. Su influencia en el juego del Barcelona fue notable, como prueba el hecho de que participara en un gol cada 94 minutos disputados en dicha competición (10.021 en total).
En cambio, con el PSG sólo ha podido jugar 52 partidos de la Ligue 1, aunque su influencia en los goles de su equipo ha sido mayor. Suma 47 tantos y 26 asistencias en los 4.549 minutos que totaliza, lo que significa que ha participado en un gol cada 62 minutos.
Al poco de llegar a París Neymar se dio cuenta de que no había acertado, aunque a veces enmendar un error y volver a la casilla de salida es más difícil de lo que parece.