El incitar al odio, la polémica y la discrepancia a niveles extremos trae consecuencias de peso para un Chiringuito de Jugones que pronto dejará de recibir ostentosas sumas de dinero tras sus ‘ataques’ a Vinicius. El CEO de la compañía ya lo confirma en sus redes sociales con un ‘zasca’ a Josep Pedrerol incluido.
Se oyó ‘mono’ en su programa, siguen evadiendo la situacion como pueden y buscan voltear sin suerte una realidad que se les ha salida de mano en toda regla. El CEO de uno de los sponsors del programa confirma que suspende su patrocinio con ‘El Chiringuito de Jugones’ por lo de Vinicius y le da un ‘zasca’ a Josep Pedrerol vía Twitter.
Dos países paralizados, un deporte patas arriba por sus ataques, las aficiones del mundo pidiendo explicaciones y un sinfín de quejas a sus principales miembros. El Chiringuito de Jugones verá pronto el precio que tiene toda la trama Vinicius o mejor dicho, perder patrocinadores que como Yoigo han dicho basta.
“Nuestros empleados son de 34 nacionalidades y nuestros clientes de más de 100. Obviamente, no apoyamos racismo en ninguna de sus formas. No he visto el programa, pero de momento hemos suspendido nuestra colaboración”, fueron las palabras de Meinrad Spenger para confirmar que de momento y hasta nuevo aviso, el Chiringuito de Jugones perdía un socio comercial para cada una de sus pantallas. La medida ya es un secreto a voces y las redes sociales del CEO de la empresa avalan dicho movimiento.
Castigo a los intolerantes
Los usuarios se empezaron a hacer eco de la noticia y siguieron el intercambio de mensajes en Twitter con el máximo dirigente de Yoigo en España. Las quejas con Pedrerol, con sus escuderos y con el Chiringuito de Jugones en su totalidad tienen a medio país indignado en toda regla: “Si es cierto que dejáis de colaborar con esa gente, cliente nuevo”.
Dicho tweet recibió rápidamente el ‘me gusta’ de un Meinrad Spenger que como CEO de Yoigo, confirma de manera completa que el Chiringuito de Jugones empieza a pagar las verdaderas consecuencias de todo lo ocurrido con Vinicius. Salvo un giro de 180 grados, se quedarán sin dinero fresco en sus arcas. El mundo sigue arropando como nunca a Vinicius.