El empate de ayer ha hecho mucho daño al madridismo, que ya estaba bastante indignado por todas las noticias que están saliendo sobre el caso Negreira. Nadie comprende las decisiones arbitrales del partido de ayer, que anulan dos goles del Real Madrid y no le pitan un penalti a Vinícius. En el viaje de vuelta de la plantilla hubo monotema.
Ni los jugadores ni el cuerpo técnico daban crédito a lo que había ocurrido en el partido. Algunos lo definieron como un «arbitraje penoso, malísimo y perjudicial«. Además, algunos jugadores del Real Madrid utilizaron el término «arbitraje sociológico», haciendo referencia a las recientes palabras de Joan Laporta sobre el madridismo sociológico.
Hacía mucho tiempo que no se veía a los jugadores tan enfadados. De hecho, volvieron a ver el vídeo de Real Madrid TV en el que muestran otros errores arbitrales de De Burgos Bengoetxea que afectaron al equipo en otros encuentros, y la indignación fue en aumento.
Florentino Pérez, que no viajó a Sevilla, también está muy enfadado por lo ocurrido. Se puso en contacto con el cuerpo técnico y los jugadores y les transmitió su confianza. Considera que si el árbitro no hubiese cometido esos errores, el resultado del partido hubiese sido completamente diferente.
Centrados en lo que viene
Los jugadores del Real Madrid ya están pensando en los dos partidos que tienen esta semana. El primero se disputa el martes contra el Brujas, y servirá para asegurarse la primera plaza en su grupo de la Champions League. El siguiente será la jornada 11 de Liga contra el Barcelona en Montjuic.
Quieren dejar atrás lo ocurrido contra el Sevilla, para no desconcentrarse y entrar en una mala racha. Quieren continuar con una dinámica positiva después de los últimos cinco encuentros en los que no han visto la derrota desde el bache contra el Atlético de Madrid.