El Real Madrid se enfrentará al RB Leipzig en los octavos de final de la Champions. El equipo blanco tendrá que vencer al conjunto alemán para seguir vivo en la competición. No era el rival más fuerte que le podía tocar, pero tampoco el más sencillo. Los pupilos de Ancelotti deberán tener activados los cinco sentidos para estar en cuartos.
El PSG de Kylian Mbappé, por su parte, se enfrentará a la Real Sociedad. El conjunto txuriurdin, que pasó como primero de grupo, se tendrá que ver las caras con el que teoricamente era el segundo más complicado.
En la zona noble de Chamartín han celebrado que no se hayan vuelto a ver con el equipo galo. Todo ello porque consideran que así el crack de Bondy no tendrá la excusa para pedir más tiempo, tal y como hizo en 2022, año en el que era agente libre y se enfrentó al Real Madrid en octavos de Champions.
De este modo, la situación es propicia para que Florentino Pérez le lance el ultimátum que tanto tiempo llevaba esperando. El francés se va a tener que decidir durante los primeros días de enero.
El Madrid marca los tiempos
A diferencia de lo que sucedió hace dos años, el rey de Europa será quien marque los tiempos en toda esta historia. En el seno de la entidad consideran que es la primera vez que tienen cogida la sartén por el mango y son ellos los que llevan el poder dominante en la negociación. El buen nivel de Jude Bellingham, el refuerzo de Endrick y el nombre de Erling Haaland en el horizonte son factores que juegan en contra de Mbappé.
A pesar de todo, el parisino no tiene las puertas del club cerradas. Eso sí, es su última oportunidad y deberá decidirse lo más pronto posible. En caso de que no lo haga, jamás jugará en el Santiago Bernabéu con la elástica del catorce veces campeón de la Champions.