El Real Madrid rechazó una llamativa oferta de fichaje durante el verano pasado, ya en las últimas semanas del mercado cuando más necesitaba una incorporación.
El gran debate en el Real Madrid para esta temporada está en la portería. Carlo Ancelotti, por la lesión de gravedad de Thibaut Courtois, sigue jugando al despiste alternando las titularidades de Andriy Lunin y Kepa Arrizabalaga para evitar que la indecisión se extienda al resto del vestuario y enrarezca un ambiente lleno de competencia sana en la que apenas hay conflictos.
Uno de los exjugadores de la entidad merengue que vio la oportunidad para regresar al Santiago Bernabéu aprovechando la complicada situación del cuadro blanco es Keylor Navas. El portero costarricense fue el guardameta de las tres Champions League seguidas, pero no pareció tomarse muy bien la llegada de un Thibaut Courtois que rápidamente le planteó problemas a su titularidad indiscutida y comenzó a restarle protagonismo.
El Real Madrid decidió colocar al entonces ‘1’ merengue en la lista de transferibles y el PSG se interesó en sus prestaciones como guardameta. Pero no duró mucho tiempo defendiendo la portería local del Parque de los Príncipes, puesto que la llegada de Gianluigi Donnarumma a la capital gala provocó su descenso al banquillo y su ‘hundimiento’ en un ostracismo que Nasser Al-Khelaïfi ha intentando remediar.
No hay sitio
Su cesión de media temporada al Nottingham Forest fue una revitalización de su carrera futbolística, pero el retorno al Parque de los Príncipes significó su vuelta a los banquillos y una pérdida de protagonismo ya consolidada. Con el objetivo de escapar de tal situación, Keylor Navas vio al Real Madrid como una oportunidad única para, a sus 37 años, relanzar su carrera.
Pero se encontró con un «tenemos un portero cerrado». La sentencia de la junta directiva del Real Madrid descartaba su regreso al Santiago Bernabéu en favor de Kepa Arrizabalaga: el arquero del Chelsea logró vestir la ’25’ blanca para la presente temporada gracias al rápido entendimiento entre ambas directivas y los deseos del arquero de Ondárroa de militar en el equipo merengue.