El Madrid festejará el título liguero con sus aficionados un día después de jugar en Granada.
En el Real Madrid hay una alegría contenida, como decía este sábado Carlo Ancelotti después de la victoria del equipo ante el Cádiz (3-0) en el Santiago Bernabéu. El conjunto blanco tenía que esperar, posteriormente, un ‘pinchazo’ del Barcelona en su visita a Montilivi, como así sucedió. Pese a ir ganando durante la primera hora, el Girona remontó y se llevó los tres partidos ante su público en un festival de goles (4-2) que volvió a retratar las carencias defensivas del equipo de Xavi Hernández.
Pese a todo, en el Madrid, que rechazaron acudir a Cibeles tras el encuentro del eterno rival que le proclamaba ya campeón matemáticamente del campeonato doméstico, ya tienen elaborado un plan para celebrar el título ante la afición merengue. Al menos, es lo que asegura el diario ‘As’, que en sus informaciones explica que el acto festivo tendrá lugar el próximo domingo 12 de mayo.
El Real Madrid, muy pendiente aún del partido contra el Bayern Múnich el próximo miércoles en el Bernabéu, jugará el próximo partido de Liga en Los Cármenes contra el Granada, equipo que está prácticamente sentenciado de Primera División. Lo hará sin jugarse nada y, precisamente, después del encuentro de Copa de Europa.
Al siguiente día, es decir, el domingo 12, el Madrid empezará a sacar pecho por su trigesimosexta Liga, un campeonato donde, a falta de cuatro jornadas, el equipo sólo ha perdido un partido y, sin duda, se recordará por la solvencia ante las adversidades, después de las lesiones de Courtois, Militao y Alaba, principalmente. Un año redondo también de Jude Bellingham, Fede Valverde, Vinicius y Rudiger. Además, de la gran capacidad del propio Ancelotti y todo su cuerpo técnico.
De acuerdo con ‘As’, el guion del Madrid para brindar el título liguero a sus aficionados comenzará a las 11 de la mañana, con una visita protocolaria al Ayuntamiento de Madrid y a la Real Casa de Correos, la sede de la Comunidad, y terminará con el mítico encuentro con la afición blanca en Cibeles, donde Nacho Fernández, el capitán, se reencontrará con la Diosa, en una perfecta comunión entre los jugadores y los seguidores.