Los barcelonistas no ganan para disgustos. Primero vieron como su equipo fracasó con una temporada en blanco, después el Real Madrid conquistaba la Liga y la Decimoquinta en la final de Wembley, y por si fuera poco, un día después de la celebración hacían oficial el fichaje de Mbappé. Sin duda un golpe tras otro que no ha parado.
Y es que, en escena apareció Messi, el ídolo culé a pesar de que con su millonario contrato los dejó en la quiebra y se marchó a un enemigo como el PSG totalmente gratis. El argentino termino cayendo rendido a los merengues: “¿El mejor equipo del mundo? El Real Madrid, vigente campeón de Europa. Si hablamos de resultados, el Real Madrid es el mejor. Si hablamos de rendimiento, el Manchester City, dirigido por Pep, es el mejor”.
Esas palabras sin duda escocieron mucho entre los aficionados blaugranas. Veían como uno de los suyos no tenía reparos en caer rendidos ante los merengues, pero lo peor estaba todavía por llegar. Y es que no ha dudado en posar con una camiseta del Madrid, aunque no la llevaba él, sino un niño que ha querido tener esa instantánea.
El enésimo golpe azulgrana
Como hemos comentado, los azulgranas no dejan de llevarse un golpe tras otro. El último se lo ha dado Messi, que a diferencia de ellos sí que ha sabido ver la realidad. Pero no es nada que nos sorprende, solo hay que ver la campaña de desprestigio que llevan realizando durante toda la temporada contra Vinicius y Bellingham, y eso que son los favoritos al Balón de Oro.
Van a menospreciar el galardón, tal y como hicieron cuando se lo dieron a Benzema. Se ve que si no se lo regalan al futbolista argentino ese trofeo pierde valor, porque ya sabemos que es más importante hacerlo bien durante 7 partidos lanzando desde el punto de penalti, que durante toda una temporada.