El Real Madrid – Sevilla FC tuvo su factor polémico. El árbitro, Díaz de Mera, desesperó a los futbolistas del conjunto blanco tras varias acciones totalmente desacertadas, una de ellas supuso un gol anulado a Lucas Vázquez por supuesta falta de Nacho. No era.
Los futbolistas del cuadro merengue se hartaron de él. Incluso, un jugador como Toni Kroos, que es bastante calmado y tranquilo, estalló. No pudo aguantarse.
Sergio Ramos, que pasaba por ahí, le dijo a su ex compañero que se calmara y se tranquilizara. De hecho, lo pillaron las cámaras. Es evidente que dentro del campo se deja a un lado la amistad. Todo queda en el verde, como se suele decir.
Todo queda en el verde
A pesar de la tensión, propia de un partido de fútbol, Sergio Ramos mostró cercanía y mucho cariño tras el encuentro. Prueba de ello es que se le pudo ver abrazado a varios de sus ex compañeros. La plantilla de Carlo Ancelotti guarda bastante cariño al ex capitán. No podía ser de otro modo, dado que con muchos del equipo compartió vestuario durante bastantes temporadas.
A pesar de la derrota es factible pensar que el camero se habrá marchado a Sevilla con buen sabor de boca. El Santiago Bernabéu le recibió de la mejor manera posible y pudo volver a verse con muchos de sus amigos.