Los mandamases merengues tachan su nombre de la agenda blanca poco antes de la apertura del mercado de fichajes.
La planificación deportiva del Real Madrid ha cambiado radicalmente en apenas un año. Durante el verano pasado, a pesar de vivir la correspondiente entrega del ya finalizado culebrón en torno al atacante de Bondy, los ejecutivos blancos tenían una pequeña lista de nombres de delanteros en caso de que el ‘7’ del PSG decidiera no fichar por la entidad blanca.
Uno de los integrantes de esa lista ha estado posponiendo su renovación con el Inter de Milán hasta que se ha confirmado que el futbolista parisino vestirá la elástica merengue a partir del curso 24/25: Lautaro Martínez. El ‘10’ nerazurri fue vinculado con la entidad madridista desde que Karim Benzema decidió marcharse a Arabia Saudí.
Junto con Harry Kane, Lautaro Martínez parecía uno de los pocos futbolistas que tenía todo lo necesario para completar un traspaso histórico y asumir los galones dejados atrás por el delantero francoargelino. Sin embargo, el interés del Inter de Milán en dar continuidad a una de sus máximas estrellas jugó un papel clave.
Sin oportunidad
Al mismo tiempo que el Inter de Milán prometía a Lautaro Martínez la posición de líder absoluto en el terreno de juego y en el vestuario, el Real Madrid se negaba a incorporar a un delantero de ‘altos vuelos’. En su lugar ficharon como cedido a Joselu: el ‘14’, pese a las bromas sobre este movimiento, ha terminado siendo instrumental en la consecución de la Liga número 36 y la Decimoquinta en Londres.
Ahora que Kylian Mbappé llegará al Real Madrid como agente libre, Lautaro Martínez sabe que no tiene opciones de fichar por el Real Madrid. Florentino Pérez ha decidido cerrar las puertas para prácticamente cualquier delantero de renombre, porque la nómina de arietes que tiene a su disposición Carlo Ancelotti es la más completa de la élite futbolística europea.