Ante la baja de Tchouaméni, Camavinga ha sido el encargado de tomar el relevo de su compatriota. Davide estaba convencido de que Eduardo iba a ofrecer su mejor versión como pivote y así se lo hizo llegar a Carletto.
El centrocampista francés está siendo una de las sensaciones en este cambio de dinámica que está teniendo el conjunto de Ancelotti. Camavinga está consolidándose en el once madridista y ya suma su tercer partido consecutivo partiendo como titular.
Eduardo está rindiendo a su mejor nivel en la posición de pivote, una demarcación en la que Carletto no confiaba en exceso. La lesión de Tchouaméni le ha abierto esta oportunidad y no la ha desaprovechado.
Davide, el precursor
El segundo entrenador madridista fue una de las figuras decisivas para que el técnico italiano confiara en este cambio de rol de Camavinga. Davide se lo hizo llegar a Carletto ante la falta de solidez en la medular y este cambio ha resultado ser plenamente efectivo.
El cuerpo técnico blanco trató esta opción tras el partido frente al Barcelona, su primera prueba fue ante el Villarreal y este cambio no defraudó. El jugador galo está siendo uno de los nombres más destacados en este resurgir merengue.
De vuelta a sus orígenes
Camavinga brilló en Francia en la posición de ‘5’, aunque en la capital le hemos visto actuar más como interior. Además, en varias ocasiones, el propio futbolista ha reconocido que la demarcación donde más cómodo se siente es como pivote.
El centrocampista ha podido completar estos últimos encuentros desde dicha posición y está ofreciendo un nivel altísimo. Tanto en Villarreal como en Bilbao fue de los mejores sobre el terreno de juego y todo hacer preveer que seguirá siendo el titular ante el Atlético de Madrid.
Sin embargo, la vuelta de Tchouaméni está a la vuelta de la esquina y volverá a recuperar ese pivote madridista. Ancelotti ya ha encontrado al recambio perfecto de Aurélien y sabe que con Camavinga tiene un relevo de garantías en esta posición.