El Barcelona una noche más ha hecho el ridículo en la Champions League, torneo en el que cada jornada que participa demuestra que le queda grande.
Los de Xavi Hernández empataron este miércoles ante el Nápoles en el estadio Diego Armando Maradona, en el duelo de ida de los octavos de final de la máxima competición de clubes de la UEFA.
Los culés han acabado este enfrentamiento verdaderamente frustrados, ya que su verdadero nivel ha quedado reflejado, sobre todo porque no le han podido ganar al noveno clasificado de la Serie A.
A diferencia de la competición liguera, la Champions League ha dejado claro que cuando el colectivo arbitral no ayuda con ‘errores’ a los azulgranas los de Xavi lo pasan bastante mal.
Los goles del partido los consiguieron Robert Lewandowski (59′) y Victor Osimhen (74′), dos anotaciones que dejaron la eliminatoria abierta para decidirse en el estadio Olímpico Lluís Companys.
Con este nivel, los azulgranas tendrán que sudar verdaderamente en la vuelta, sobre todo porque los italianos, que cuentan con nuevo entrenador, ajustarán cosas y buscarán aprovechar los espacios, ya que la presión es del Barcelona.
Esta sensación de decepción en los culés la reflejó Ronald Araújo, quien al término del partido dejó claro con sus palabras que una cosa es querer y otra es poder.
«Estamos un poco tristes por el resultado. Jugamos muy bien los primeros 30 minutos. Es cierto que en los últimos quince minutos ellos tuvieron la posesión, pero la Champions es así. No siempre puedes dominar. Tenemos un partido para resolver en casa con nuestra gente. Demostramos un gran equipo y podemos competir», expresó el defensor azulgrana.